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LOS REMEDIOS HOMEOPÁTICOS:
Los remedios homeopáticos están elaborados a partir de cualquier sustancia de la naturaleza, ya sea mineral, vegetal o animal, que tenga propiedades medicinales, experimentadas en voluntarios sanos. Esto no quiere decir que la homeopatía tenga algo que ver con la herboristería o con la medicina natural, como muchas personas creen. No, la homeopatía no tiene absolutamente nada que ver con la fitoterapia (tratamiento con plantas medicinales), ni con la medicina natural o naturista; no obstante comparten con la homeopatía algunos principios higiénicos y de concepción de la salud.
La homeopatía se basa en una técnica farmacológica concreta y muy bien definida: la administración de medicamentos bajo el principio básico de la ley de similitud. La sustancia medicinal se ha sometido a un proceso de progresivas diluciones y sucusiones que la hacen más inocua y a la vez más potente, para ser utilizada como remedio similar u homeopático. Pongamos por caso Mercurius. Este remedio está preparado a base de mercurio. Pues bien, sucesivas trituraciones del metal puro, seguidas por diluciones progresivas de 1 gota en 9 gotas de agua en la escala decimal (D), y de una gota en 99 gotas en la escala centesimal (C), producen diferentes potencias del remedio, que a cada nueva dilución y al sucusionar la preparación aumentan progresivamente su fuerza medicinal. Este proceso se repite tantas veces como haga falta y es llamado potenciación. Por ejemplo, la potencia 30C (centesimal), es el resultado de repetir 30 veces el proceso de diluir 1 gota de Mercurius en 99 gotas de agua, sucusionar 100 veces cada nueva dilución y repetir este proceso 30 veces. Por lo tanto, La 30 C de Mercurius, es el resultado de diluir 30 veces una parte en 99 de agua, agitándola en total 3000 veces (100 golpes en cada uno de los 30 grados).
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